La violencia de
género es un gran problema en nuestra sociedad, por lo que nos ha parecido muy
bien que traten de informarnos sobre el tema y aprender cómo mejorar la
situación en la que vivimos.
Al inicio de la
sesión, tras unas breves presentaciones sobre nosotros mismos, dedicamos cierto
tiempo a buscar entre todos unas definiciones para palabras muy comunes pero
cuyo significado parece entremezclarse. Éstas eran sexo, género y estereotipo. Cada
uno aportó lo que pensaba que podían querer decir y entre todos llegamos a una
opinión común.
Decidimos que sexo era el conjunto de características
biológicas con las que nacemos, y que determinan en todos los seres vivos si
somos machos o hembras.Género, frecuentemente
confundido con sexo, es el sentirse identificado con el sexo femenino o el
masculino.Finalmente,
coincidimos en que un estereotipo es
una “etiqueta” que se le atribuye a una persona o un colectivo, sin conocerlos
realmente.
A partir de estas
definiciones que obtuvimos, nos dividimos en grupos pequeños y trabajamos sobre
los estereotipos. Cada uno de los grupos pensó en estereotipos que están
presentes en nuestro día a día, y nos dimos cuenta de todos los pequeños
detalles que parecen pasar inadvertidos pero están ahí, en forma de desigualdad
entre mujeres y hombres.
Uno de los más
comentados fue el deporte. ¿Por qué hay deportes de chicos y deportes de
chicas? ¿Por qué una chica no puede jugar a fútbol y un chico no puede hacer
gimnasia rítmica? La respuesta es clara: porque así nos han educado a todos
desde niños. Ocurre lo mismo con los colores, el típico azul para el niño y el
rosa para la niña; la forma de vestir y de arreglarse, las tareas del hogar…
Son incontables todos estos estereotipos que la sociedad nos obliga a seguir,
pero que debemos romper si queremos evolucionar a algo más positivo.
Todos disfrutamos
de esta actividad y aprendimos mucho sobre todos los estereotipos para cada uno
de los géneros y que nos gustaría que desaparecieran para crear un mundo mejor
para todos.